El 16 de julio la compañera de la Asamblea 8M Zaragoza, Lourdes Abarca, ha recibido la comunicación de su despido de la empresa de limpieza EULEN S.A. por una supuesta falta grave. Esta falta, que evidentemente no es tal, realmente responde una represalia por ejercer su derecho a huelga el 8 de marzo de 2019.

Si bien en la notificación se alega que la falta corresponde a una coacción hacia sus compañeras para que no comunicasen que faltó a su puesto de trabajo el día 8 de marzo, la propia empresa parece dejar implícito que Lourdes tenía que avisar de que iba a ejercer su derecho a huelga, por lo que el abuso de confianza que alegan no es más que una excusa para no reconocer que la despiden por haber secundado la huelga.

Por desgracia, está vulneración del derecho fundamental a huelga no es la única, pues tras la histórica jornada del 8M se sucedieron numerosos casos que no hacen si no evidenciar que las reivindicaciones del movimiento feminista están ciertamente generando una crisis al sistema capitalista patriarcal.

La actualidad en la agenda política de las exigencias de igualdad de derechos de las mujeres pone sobre la mesa la denuncia de un sistema que se sostiene gracias a la precarización y explotación de las mujeres de clase trabajadora. Para la sostenibilidad económica de este sistema capitalista se necesita de mano de obra barata en unas ocasiones y gratuita (e invisible) en otras. Mano de obra que asuma reproducir la vida y cuidarla sin que se remunere o valorice, mano de obra que asuma trabajos feminizados, especialmente mal pagados, como en este caso el trabajo de limpieza.

No es casualidad, además, que sea la empresa Eulen quien lleve a cabo este despido en concreto, a todas luces nulo. Eulen es un entramado de empresas dedicadas asumir la externalización de servicios, como en este caso la limpieza de instalaciones públicas por lo que vemos, una vez más, que el trasvase de dinero púbico a empresas privadas no sólo implica una pérdida de eficiencia en la gestión pública, si no conlleva despidos, pérdida de derechos de los y las trabajadoras, más precariedad laboral, etc.

Queremos expresar nuestro total apoyo a Lourdes, a la Asamblea 8M Zaragoza y a todas las mujeres represaliadas por ejercer sus derechos laborales y reivindicar la sororidad y la solidaridad de clase con todas ellas. Si nos quieren en la calle, las tomaremos organizadas y juntas.