Este 23 de abril volvemos a celebrar el día de Aragón. El año pasado estuvo marcado por la celebración del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía. La DGA, y sobre todo el PSOE de Lambán, hicieron gala del autogobierno aragonés conseguido con movilización social y popular cuya mejor representación es la histórica manifestación que recorrió las calles de la capital el 23 de abril de 1978. Sin embargo el Gobierno de Aragón actúa cada vez más como el brazo ejecutor de grandes empresas situadas fuera del territorio, muchas de las cuales pertenecientes al gran capital internacional. Ponen la alfombra roja al beneficio privado a costa del territorio y las clases populares aragonesas. Son cómplices del empeoramiento y destrucción de los servicios públicos, ya sea la sanidad, la educación o garantizando un transporte digno y funcional.
Este año sin embargo va a venir marcado por la gran movilización que el día 16 de abril con el lema “Aragón sí, pero no así” reunió en la capital a diferentes espacios y plataformas que a lo largo del territorio están luchando contra la expansión sin planificación, y especulativa, de las renovables. El PSOE de Lambán potencia macro proyectos que destruyen nuestro territorio y no garantizan un futuro para nuestras gentes. El modelo extractivista energético beneficia más que a nadie a las empresas que residen fuera del territorio, incluso fuera de España. Llenan nuestros campos, valles, pueblos y paisajes de placas y molinos de macrogranjas y telesillas. El beneficiado de esto no es el pueblo al que le tocan los molinos o la gente que vive en el pueblo en el que han decidido potenciar las macrogranjas. Los beneficiados son Ibercaja, Acciona, Forestalia etc. Una clara expresión de lucha de clases.
Mención aparte merece la política de turistificación del Pirineo. Por primera vez de manera masiva los habitantes del Alto Aragón hemos salido a las calles a denunciar el modelo de sobre explotación turística basado en el esquí. Vemos como el modelo de turismo de la nieve tiene días contados. El cambio climático, por mucho que lo niegue nuestro Presidente, es algo imparable y que ya tiene graves consecuencias. Cada vez hay menos nieve. La unión por telesilla de Astún y Formigal por Canal Roya no solo es un atentado contra nuestro paisaje sino que ni siquiera tiene sentido desde el punto de vista del desarrollo turístico. Solo se puede explicar por los grandes intereses financieros que hay detrás.
Mientras el desarrollo de esta política económica potencia las ya existentes problemáticas para la clase trabajadora, los macromataderos generar terribles condiciones de trabajo, puestos de trabajo ocupados en su mayoría por población migrante. El modelo de turistificación genera empleo precario, y problemas de vivienda pues hay que alojar a los turistas que desalojan a los y las trabajadoras de las viviendas. También hay graves problemas en la capital y el valle central del Ebro de vivienda, de condiciones de trabajo, de desarrollo urbano. El gobierno del PP en Zaragoza ha tenido la misma política extractivista hacia el territorio y de beneplácito con las empresas. Veremos qué pasa con la Romareda. El IPC sube para todos y todas, y los salarios no. Las clases populares nos empobrecemos mientras baten beneficios récord Mercado, el banco Santander, Iberdrola o Endesa. Ibercaja también, aragoneses o no, obtienen beneficios de récord histórico a costa de nuestras hipotecas y ahorros.
Pero ante el día de Aragón los y las comunistas proponemos un Aragón diferente. Que pueda defender el territorio, nuestro paisaje, formas de vida, pueblos, ciudades y servicios públicos de calidad frente al hambre insaciable del capital. Que cambie la balanza y que ponga pie en pared frente a esos beneficios obscenos del capital, que lo que producimos y consumimos se haga de una forma consciente, planificada y democrática. Y que nuestro futuro no sea el de la despoblación y la colonia energética con una capital al servicio de las empresas nacionales e internacionales y no al servicio de su territorio.
La política de los y las comunistas en Aragón pasa por la defensa de las clases populares y la clase trabajadora aragonesa de la que surgimos y somos parte, por la defensa de las lenguas, con especial mención al aragonés que corre grave peligro de desaparición, y formas de vida y cultura y por la defensa del medio natural gravemente amenazado por el cambio climático y la expansión sin planificación de placas y molinos.
Defenderemos un Aragón en una república federal, en la que no solo las nacionalidades que tradicionalmente hemos reconocido los y las comunistas puedan tener su identidad. Solo podrá existir y permanecer una república en nuestro país si como en la Segunda República se reconocen las diferencias y particularidades en cada nación y región de España. Y solo podremos construir esa república federal desde Aragón si la construimos desde nuestra realidad y territorio.
