Desde el Partido Comunista de España en Aragón manifestamos nuestra repulsa y condena a las agresiones sexuales ocurridas en Huesca en el inicio de las fiestas locales. Queremos trasladar también, nuestro apoyo a las víctimas.
La cruda realidad es que nos agreden todos los días, en las calles, en nuestras casas, en fiestas y en no fiestas, en todo momento.
Es intolerable que este tipo de agresiones sigan sucediendo y que los agresores se muevan a menudo con total libertad en los espacios de ocio. Las fiestas, de igual modo que cualquier contexto de la sociedad entera, deberían ser espacios seguros en los que todas las personas, incluidas las mujeres, podamos disfrutar y llevar vidas dignas libres de miedo. No vamos a consentir ser expulsadas de los espacios públicos.
Por todo ello es imprescindible continuar con la lucha feminista y de su mano, con la concienciación de la sociedad contra la violencia machista. La educación es básica para combatir el machismo y las agresiones sexuales que nacen del mismo y que suceden a diario en cualquier parte del mundo. Desde ella debemos desarrollar proyectos de educación sexual, que alerten contra la pornografía y eduquen en la igualdad de género con el fin de evitar futuros agresores.
También debemos exigir en las instituciones la aplicación de medidas preventivas contra este tipo de agresiones y a los establecimientos el desarrollo de protocolos contra las agresiones machistas y la creación de puntos violeta que puedan prevenir las agresiones y apoyar a las víctimas en el caso de que ocurran.
El movimiento feminista debe permanecer fuerte y unido ante estos sucesos que nos dejan a las mujeres vidas sin libertad. En las instituciones, en las calles, en las asambleas y en cualquier espacio que habitamos, seguiremos combatiendo los discursos negacionistas de la derecha, extrema derecha y al machismo, cuya brutalidad máxima se expresa en nuestros asesinatos y agresiones.
Desde el PCE apoyaremos cualquier acto de repulsa ante estas agresiones. Como feministas seguiremos denunciando las violencias que sufrimos las mujeres y evidenciando que quienes las niegan mienten, transformándose en cómplices de la misma.
¡La noche, la calle y la fiesta también son nuestras!
¡Basta ya de violencia machista!