La Juventud Comunista y el Partido Comunista en Aragón denunciamos y condenamos las dos agresiones sexuales acaecidas durante las fiestas de Huesca, ambas el día 11 de agosto.
Un año más queda patente que las fiestas tampoco son un espacio de ocio para todas, pues las mujeres solo por el hecho de serlo seguimos siendo acosadas y agredidas. Esto no son casos aislados ni son culpa del alcohol u otras drogas, sino del agresor, y una prueba de que a las mujeres todavía se nos reduce a objetos destinados al placer masculino.
En este contexto, los agresores se creen con derecho sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas y, además, piensan que sus agresiones van a quedar impunes porque el sistema patriarcal en el que vivimos les respalda.
Sin embargo, no va a haber agresión sin respuesta. Ayer mismo el movimiento feminista de Huesca respondía con una concentración en solidaridad con las agredidas y contra estos hechos. No vamos a dejar de gritar que tenemos derecho a disfrutar también de los espacios de ocio populares libres de machismo sin que estar solas o borrachas de noche suponga un peligro para nosotras.
LA FIESTA, LA CALLE Y LA NOCHE TAMBIÉN SON NUESTRAS.