Con un clima de unidad y de lucha acompañábamos a los trabajadores en el último turno antes del cierre definitivo de la central, produciéndose el cierre del mayor centro de trabajo de la provincia de Teruel.
Escenificando la destrucción de empleo de la zona, a través de unos compañeros tumbados en el suelo y un ataúd con los cascos que iban depositando los trabajadores saliendo del turno, nuestro camarada Dario, megáfono en alto comentaba, “sin trabajo no hay futuro, no se puede hablar de despoblación y condenar a la gente al paro”, Y es que primero se ha cerrado la central térmica y luego se va a intentar una reconversión industrial a la que no se llega a tiempo.
Desde hace casi ya dos años se sigue luchando porque si el negocio sigue para endesa y las multinacionales que han venido aquí explotando estos trabajadores, que continúe también el compromiso laboral. El Ministerio de Transición Ecológica autorizaba el desmantelamiento de la central y como explicaba Dario sobre los trabajadores que se van al paro “los cursos tan famosos que están pidiendo los tienen hechos y homologados, ya podrían entrar a trabajar. Lo que falta es un compromiso para que entren a trabajar. Va a venir gente a hacer el desmontaje de fuera mientras se condena a 300 familias al paro y a la emigración. Si Enel-Endesa, Maesa y las demás multinacionales quisieran solucionar esto, lo tendrían ya solucionado. Sería tan sencillo como dar trabajo a los 300 compañeros que había aquí en 2018 y que llevan cuarenta años tragando silicato y amianto, jugándose el pellejo para que haya energía para los demás. Es un sector estratégico y aquí hay transición y reconversión industrial para que se sigan llevando los dividendos hacia Italia, para que sigan llevándose los beneficios mientras condenan al paro y a la emigración a las familias de Andorra. Esto es una vergüenza.”
Y es que resulta un insulto para toda la zona que Endesa, en los terrenos que ocupa la central, proyecte el mayor parque fotovoltaico de Europa y ni esos puesto de trabajo son inmediatos ni la cantidad suficiente podrá equipar la destrucción de empleo sufrida. Como comentaba Dario a los numerosos medios de comunicación que se dieron cita ante este histórico suceso para la zona que “se ha pedido y dicho, en todas las reuniones mantenidas, en radio, en televisión, en cada una de las notas de prensa emitidas sin que nadie escuchara, que no habrá transición justa real sin tener en cuenta las demandas de las plantillas de trabajadoras y trabajadores que han quedado abandonados sin una garantía de continuidad laboral.”
Terminaba Dario dejando claro que están “hartos pero no vencidos: unidad y lucha”