Hemos sabido que el pasado 1 de noviembre varios nazis dieron una brutal paliza a un joven en Huesca. En la paliza participaron más de ocho personas que causaron lesiones graves al joven al que atacaron por la espalda. Según la noticia, hubo dos detenidos como presuntos autores de un delito de odio y otro de lesiones graves cometidos por motivos ideológicos, que tras pasar a disposición judicial fueron puestos en libertad con sendas órdenes de alejamiento. Ambos cuentan con un historial de incidentes por los mismos motivos. Desde el PCE en Aragón nos preguntamos ¿Hasta cuándo seguirán actuando impunemente? y nos solidarizamos con los jóvenes agredidos. 

Vivimos tiempos en los que el fascismo está de vuelta en las calles y los fascistas ya no se esconden porque se sienten legitimados en sus actos por los pactos que se establecieron entre la derecha, mal calificada de “democrática” y la extrema derecha, acuerdos que les llevaron al gobierno de Ayuntamientos y comunidades autónomas, entre ellas la nuestra, en la que incluso dos abiertamente franquistas de Vox ocuparon altos cargos. La situación de creciente normalización del discurso de odio de la extrema derecha y el giro a la derecha en el debate político institucional tiene entre otras, estas consecuencias. Paulatinamente, se ha venido consolidando
una aceptación y una normalización de su presencia en las instituciones.

Ante la posibilidad de que quienes no tienen nada que perder se levanten contra este sistema opresor de la clase trabajadora, el nuevo auge del fascismo responde a la crisis sistémica del capitalismo, buscando reorientar la frustración y la rabia de la gente hacia cualquier enemigo que le sirva para canalizarlas y alejarlas de quienes realmente tien en el poder y de esta forma, seguir sustentando el sistema.

Frente al discurso del odio, la normalización de la extrema derecha y la violencia de los fascistas, desde el PCE en Aragón llamamos a confrontarlos y a construir una realidad en la que no quepa el miedo. No podemos aceptar como normal una ideología basada en el odio a quien piensa o es diferente y que lucha por los intereses de la minoría privilegiada buscando perpetuar este sistema brutal para la mayoría trabajadora.

Antifascistas, ¡las calles son y serán nuestras!