El pasado mes de diciembre, se publicó en el BOPZ el convenio de oficinas y despachos de la provincia de Zaragoza. Este convenio aplica a un número importante de empresas, pequeñas en su mayoría, y en ocasiones de muy diferente clase, pudiendo abarcar desde una gestoría a una comercializadora de energía.
Hasta el momento se venía aplicando el anterior convenio y sus tablas, que alcanzaban hasta 2019. Como reacción automática, aunque el texto puede contener cuestiones tanto o más importantes, uno se va a mirar las nuevas tablas salariales. Y he ahí la sorpresa de encontrarse una subida para 2020 de nada más y nada menos que de cero euros, y para este 2021 que ya ha finalizado, una pírrica subida de 238,14 euros anuales, una subida ínfima en términos porcentuales, hasta para las categorías peor pagadas.
Esto resulta un tanto insultante que a un número importante de trabajadores de gestorías y asesorías que en el año 2020 tuvieron que adaptarse a toda prisa al teletrabajo en sus domicilios, incluso poniendo sus propios medios, cuando no tener que seguir yendo a sus oficinas, y que han resultado imprescindibles para llevar a cabo todos los trámites novedosos y complejos que suponían los nuevos ERTEs, las ayudas extraordinarias a los autónomos, y tantas otras cuestiones administrativas de tipo laboral o fiscal que han obligado a estar a los trabajadores en continuo estudio y aprendizaje para tejer esa red que impidiese que la economía española se desplomara. Ahora, a estas trabajadoras y trabajadoras se les recompensa valorando por exactamente cero euros ese ingente esfuerzo y estrés acumulado en 2020, dejando aparte la obvia pérdida de poder adquisitivo dado que el IPC ha seguido subiendo.
Cabe reflexionar también por nosotras y nosotros, las y los trabajadores, si acaso no hay correlación y causalidad entre la baja tasa de afiliación y organización sindical en las empresas del sector, junto con la gran atomización en el mismo, que impide la unidad y la acción conjunta, y la realidad de que nuestro convenio apenas mejore, pese a haber sido un sector en el que los trabajadores hemos multiplicado nuestra productividad a cambio de nada. Desde el PCE Aragón, y en concreto su militancia en el sector servicios, llamamos a dar un paso adelante a las trabajadoras y trabajadores del sector, animando a la afiliación sindical, para conseguir la unidad y coordinación necesaria de un sector altamente atomizado y precarizado.
